miércoles, 29 de agosto de 2012

las 50 canciones de mi vida: quiromántico, sr. chinarro 1997

sobre mi relación con sr. chinarro ya lo escribí todo una noche, cuando empecé a sentir que todo alrededor mía se desquebrajaba y, como siempre me pasa, no se me ocurrió otra cosa que coger un folio en blanco y contar todo sin contar nada, jugando a ser tan críptico como el luque de nuestros despeinados, para no llegar a ninguna parte. por eso enfrentarme ahora a quiromántico me resulta más difícil que nunca, porque ya me sirvió como confesionario particular, y una vez me dijeron que al confesarme nunca debía repetir cura, que el cuerpo lo iba asimilando y al final se hacía inmune a su poder. 

sin embargo tenía claro que la primera canción de los noventa que citase en esta lista debía ser esta. y por eso se me viene ahora a la cabeza, más que lo que quiromántico ha sido para mí, lo vivido desde que conocí al grupo hasta justo antes de escuchar la canción, cuando compré el porqué de mis peinados y tenía que volver a casa para ponerlo por primera vez.

sr. chinarro, desde el primer concierto que les ví, a finales de 1992 o principios de 1993, se convirtió en algo importante de mi vida. sus melodías, sus letras indescriptibles, sus conciertos desastrosos y esa extraña sensación de estar formando parte de algo solo por tener un disco suyo viajaron junto a mí durante toda esa década e incluso a principios de la siguiente. tener un cartel de un concierto suyo fotocopiado en la carpeta que llevaba a la facultad me hacía sentir superior al resto de los alumnos de la clase. yo conocía a sr. chinarro y ellos no. yo había escuchado quiromántico y ellos no. yo tenía sus discos y ellos, obviamente, no.



después estaba el hecho de que antonio luque fuera sevillano, viviera en la misma ciudad que yo, y se emborrachase en los mismos bares que yo. así no era difícil encontrárselo por la alfalfa y descubrir que el artista nacional que más admiraba estaba tomándose una cerveza a solo unos metros. creo que jamás le dije nada. y me alegro. no haber cruzado una sola palabra con él seguro que ayudó a que la persona tardase más tiempo en cargarse al personaje. pero al final, tanta portada y número uno en rockdelux, hicieron lo que tenían que hacer y terminé no soportando ni sus discos, ni sus comentarios, ni todo lo que le rodea. y entonces me convertí en un chinarrista canónico, es decir, de aquellos que sienten que la discografía de la banda se cerró con la salida de acuarela, y que lo que vino después es ya otra cosa... peor.

pero estábamos en 1997, conmigo montado en el autobús y un cd en la mano, con una portada que parecía un homenaje a chagal y unas canciones que aún no podía oir. ansioso por volver a escuchar los adelantos de aquel concierto en el fun club que me acompañaba en la carpeta y tremendamente feliz por tener lo nuevo del grupo. aún quedaba casi una hora para poder dar al play, una hora larguísima acompañado en mi asiento del 30 por una señora de unos sesenta años que miraba de reojo mi disco con cara de no saber qué era aquello, sintiendo el olor a yonqui de la pareja que se había sentado dos filas más atrás y que, con toda seguridad, ya estaban preparando la heroína para fumarse un papel de plata, y harto de oir discutir a las dos gitanas de enfrente sobre cuánto habían sacado o dejado de sacar ese día con el romero.

los viajes de vuelta del centro, con los discos recien comprados, fueron siempre de una tensión increible, al menos hasta que empezó a acompañarme mi primer discman a mis visitas a green ufos o sevilla rock, y ese lo era más. porque como ya había ocurrido con escapa amanecer en su debut, o sal de la tarta en compito, sabía que estaba a punto de descubrir mi nueva canción preferida de sr. chinarro, que uno de los títulos que aparecían en la contraportada se iba a covertir en parte de mi vida. y por eso creo que están tan clavados en mi memoria como los conciertos, las veces que escuché tal o cuál canción en un bar o cada minuto de la cinta que sonó en el cassette del coche en mi primer viaje del aeropuerto de asturias a cangas. la radiografía alternativa de mi relación con la música que, para suerte o desgracia, siempre ha estado unida a lo más íntimo y personal.

4 comentarios:

  1. De los temas que mas me gustan de Chinarro sin duda, a mi a diferencia tuya, a pesar del porculo que me diste siempre, me empezó a gustar de veras a partir precisamente de este disco del 97 y mi curva de caída duró un poco mas que la tuya y aguanta hasta algunos temas (pocos) del Ronroneando de 2008. Eso si, las conclusiones sobre el personaje han sigo muy similares a las tuyas, con la única diferencia de que sigo teniéndolo en FB y TW para confirmar lo que siempre sospechamos. Aunque reconozco que me hace mucha gracia su punto irónico de las cosas. Además me temo que llegué mucho mas lejos que tu e incluso he sido capaz de leer un par de libros suyos que nunca te recomendaré, jejeje...

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  2. no, por lo de leerme un libro suyo ya no paso. que me los imagino como una letra de canción de 100 páginas y casi que me da un chungo.

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  3. Son un coñazo, definitivamente se le ha subido mucho a la cabeza lo de ser figura del indie patrio me temo...

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