lunes, 20 de agosto de 2012

las 50 canciones de mi vida: qué nos va a pasar, la buena vida 2001

contempopránea de 2003. la buena vida está sonando ante las cuatromil personas asistentes al festival, ofreciendo un concierto inmaculado y, en un momento concreto, mikel mira al resto de la banda, raúl hace un gesto y empieza a sonar qué nos va a pasar. entonces todo el público empieza a cantar junto a la banda donostiarra hasta que la emoción seca la garganta de irantzu, me pone la piel de gallina y hace que se nos escape una lágrima al sesenta por ciento del público. de pronto quedan solo los instrumentos acompañados por las voces de todos los asistentes y mi corazón latiendo mucho más rápido de lo normal. entonces sé que estoy viviendo algo que recordaré siempre, que me seguirá allí por donde vaya, que me hará llorar cada vez que lo recupero en mi cabeza.



aquellos días andaba yo reaprendiendo a vivir, como si hubiese escapado de un accidente en el que las secuelas psíquicas duelen mucho más que las físicas, y por eso las estrofas de la canción me hicieron incluso más daño del normal. escocían como sal en mi herida pàrticular y multiplicaban mi sensibilidad. unos meses después el grupo vino a sevilla, coincidiendo con la vuelta de mi primer viaje al norte, y repitieron un concierto que, esta vez por razones diferentes, volvió a cogerme con las defensas por los suelos. y entre cerveza y cerveza fui animándome, haciéndome saltar, cantar, bailar y me emocionarme con casi cada canción, con magnesia, con los mejores momentos, con en bicicleta y, por supuesto, de nuevo con qué nos va a pasar. después llegó el momento de pedir el autógrafo para amaya que irantzu firmó en el cd-single del actor mejicano tras unas escuetas palabras mías abarrotadas de vergüenza y la fiesta post concierto en el baobab, donde algunos miembros del grupo bailaban la música seleccionada por mí para las sesiones de estrellas y limones en el bar de mi amigo. uno de esos pocos finales mágicos que son imposibles de repetir.

también me acuerdo de como, momentos antes del concierto, fran me preguntaba por amaya, por mi fin de semana en cangas, y yo le contesté que estaba seguro de que algún día, más pronto que tarde, tendríamos que estar ambos (tuyyo) juntos. al año siguiente estábamos cargando las cajas camino de la casa de invierno. seguro que escuchando a la buena vida de fondo.

1 comentario:

  1. la canción mas bella y dolorosa de la historia (o del español mínimo) ¡perfecta!

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