miércoles, 4 de abril de 2012

todo en un día

el viernes no es el mejor día de la semana en el reparto de clases. circuitos y programación se sobrellevan, pero sistemas operativos, más por el profesor que por la asignatura, se hace siempre insufrible. y más aún cuando son dos horas seguidas, de 11 a 13. por eso no es raro que B la abandone por una cerveza en el césped del campus. y esta mañana aún con más razón, ya que cuando ha bajado las escaleras ha visto que, frente a su grupo de compañeros de la facultad, a solo unos pocos metros, está ella sentada en unos bancos junto a las 3 o 4 amigas con las que siempre le suele ver. algo absurdo, ya que jamás se atreve a dirigirle palabra ni a medio planteárselo.

aún así, cuando volvió con su litro de cruzcampo de la tienda de ultramarinos que está frente a la facultad de física, se llevó una decepción por descubrir que ellas ya se habían ido. se sentó junto a J, S y F arrepintiéndose de no haber pedido una cocacola y cogió algunas patatas fritas del paquete que estos tenían.

allí, tirado en la hierba, viendo a los demás jugar a las cartas, hablaron de fútbol, de cuantos suspensos seguidos llevan cada uno y de salir de marcha esa noche. B convenció a F para que le acompañase al concierto de sundae en el fun club, y que después se vieran con el resto en el café central. ya estaba el plan de esa noche listo y la cerveza caliente, así que decidió volverse a casa mientras los demás iban a por otra más.

en casa había, como casi todos los viernes, el arroz caldoso que tanto odiaba, con sus cientos de guisantes y el pimiento troceado que, más que condimento, parecían un castigo por haberse saltado la mitad de las clases del día. lo comió a regañadientes y se fue al cuarto a dormir la siesta, no sin antes mirar el correo en el ordenador y dejar de fondo el snowball.

cuando despertó serían ya más de las siete, el disco hacía una hora que había dejado de sonar y ya era tarde para merendar. llamó a F por teléfono para confirmar hora y empezó a plantearse qué ropa iba a ponerse. a un concierto de indie pop siempre hay que llevar las gazelle, eso lo tiene claro, pero tenía que decidir entre la camiseta de loreak mendian que se compró en barcelona, el fin de semana que fue a ver a la casa azul en la fiesta elefant, o la ya clásica de blacanova. al final se decidió por la primera por no repetirse y se metió en la ducha con sundae sonando en el reproductor de cd.

habían quedado a las 9, F les recogía a todos con el coche y los dejaba en la alameda donde se separarían para el concierto. de todas formas no había que ser muy puntuales, F siempre se retrasa y lo normal es que tuviesen que terminar cortiendo para no perderse las primeras canciones.

efectivamente, cuando entraron en el fun club ya estaba davis agarrado al micrófono a punto de comenzar el concierto. pidieron una cerveza y se colocaron más o menos en tercera fila. desde ahí B hizo repaso de los asistentes y no tardó mucho en encontrársela un poco más cerca del escenario, pegada a la pared de la derecha y acompañada de las mismas amigas de esta mañana.

empieza a sonar mil canciones y la ve allí, ella bailando su canción preferida y él con un nudo en la garganta y planteándose por qué no es capaz de decirle algo, que ella le responda y que el hecho de que este sea el mejor concierto que sundae han dado en sevilla se convierta en algo absurdo e intrascendente.

pero al final no pasa nada, salen de la sala, se reunen con el resto en el habanilla y empiezan a caer los cubatas uno tras otro, hasta que deciden que la noche ya no da más de sí. y justo cuando salen por la puerta la ve entrar y nota como le sonríe. le devuelve la sonrisa sin pararse y, unos metros más adelante, se arrepiente de nuevo de no haberse sabido parar.

2 comentarios:

  1. Me suenan todos esos personajes y situaciones conocidas aunque hay algunas brechas en el espacio-tiempo, será cosa de las sincronías supongo. Gracias manolo, algunos nunca dejaremos de ser personajes de comics y cuentos cortos. La vida se nos hace una novela muy grande y aburrida, y sobre todo, siempre llegamos tarde, jejeje...

    ResponderEliminar